La bodega tiene una arquitectura tradcional, y no destaca epecialmente, su interior es límpio y ordenado. Empezamos la visita en la sala museo, situada junto a las oficinas, el audiovisual es correcto, y resume todo el proceso de elavoración del vino, una lástima que no esté colgado en su web, merece la pena verlo.
A continuación pasamos al edificio de enfrente y entramos en la sala de tinas, donde tiene lugar la fermentación maloláctica a temperatura controlada. Tienen una colección de tinas de más de 150 años, perfectamente conservadas.
Desde aquí pasamos a la sala anexa, donde tienen las barricas, pasamos multiles salas de barricas hasta llegar al cementerio de botellas.
Salimos al patio y no dan a probar Remelluri reserva 2005, excelente!
Compramos un par de botellas del reserva y me quedo con las ganas de provar el blanco experimental, me duele, pués usan las mismas variedades que tengo plantadas en Les llosses y me hubiese gustado probarlo, seguro que es un vino excelente. Sus vides están plantadas hasta los 850 metros sobre el nivel del mar (las mías a 950).
Desde aquí, dejamos la visita poplar y los que realmente tenemos interés en el arte vamos a visitar la ermita de Santa Sabina, con las excelentes pinturas de Vicente Ameztoi.
Antes de marcharnos paramos a ver la conducción de los viñedo, y me sorprende que planten en los extremos de las filas olivos.
Desde la bodega vamos hasta Labastida y damos un paseo por el pueblo, hay mercado y son fiestas, está a revosar de gente y nos sorprende una banda de música popular tocando al lado de la Iglesia.
1 comentaris:
Et felicito, una entrada molt treballada.
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