Maximiliano Bao Cabezos

“Una cata es la objetividad dentro de la subjetividad”

Este profesional, que obtuvo el premio Nariz de Oro 05, asegura que escuchar a las personas le ayuda a crecer en su formación

Por qué decidió dedicar su vida a la hostelería?
–Yo dedico mi vida a ser feliz y una de las cosas que me hace feliz es mi trabajo. Mi sueño fue ser profesor pero acabé en la hostelería y descubrí que me encantaba tener contacto con la gente. Soy una persona empática, y si mi cliente es feliz por el trato que ha recibido por mi parte, yo también lo soy por un trabajo bien hecho.

–¿Qué formación ha recibido?
–Después de estudiar en el colegio La Salle ejercí de camarero y de planchista en el Roig. Mi padrino, Jesús Cabezos, me manda a formarme al CdT, centro al que agradezco todo lo que sé, allí realizo el curso de camarero y de sumiller para poder servir mejor. Ahora estoy en el restaurante Kailuze desarrollándome como sumiller y ocasionalmente ofrezco cursos en la FEHV.

–¿Cómo cultiva su profesión y crece en ella?
–Yo pienso que la actitud tiene que estar por encima de la aptitud, el trabajo diario, tus ganas de aprender, de memorizar, tu insistencia y tu constancia son importantes. Yo cato toda botella de vino que abro, y me dedico a escuchar

–¿Cómo sabe que la cata que esta haciendo es la correcta y no se está equivocando?
–Porque no me miento, hablo de lo que siento y percibo expresándolo con cariño. Una cata es la objetividad dentro de la subjetividad, es decir objetivamente lo que tú has percibido, porque cada uno tiene sus sentidos y nota en mayor o menor intensidad unos aromas u otros.

–¿Cómo realiza la cata de un vino?
–Las catas son individuales, pero cuando la compartes con otros compañeros te aportan los aromas que han encontrado, vuelves a catar para buscar lo que te han descrito pero si no lo sientes, no lo dices. Mi forma de catar no es la habitual, señalo los que encuentro.

–¿Un vino puede mejorar dependiendo de las circunstancias en que lo tomes?
–El vino no es el vino en sí, se basa en como y para qué lo utilices. Depende de cómo lo trabajes, lo cuides, lo mimes, lo entiendas, lo quieras y lo disfruten.